La Leucemia es uno de los tipos de cáncer más frecuente en la infancia.
En nuestro medio, es común que se trate a las leucemias infantiles como anemias debido a que los pacientes no están en manos de especialistas.
La doctora María Elena Buenaño conversó con nosotros a cerca de este tema. Ella es médica tratante de hematología del Hospital de Solca de Quito, médica adscrita a la Clínica Pasteur. Además está asociada al Hospital Voz Andes de Quito y a Salud S.A. Se especializó en Hospital Carlos Andrade Marín, fue médica tratante de la Cruz Roja de Quito. Ha realizado cursos en el exterior en países como EEUU, Argentina y España.
¿Es el tipo de cáncer más frecuente en la infancia?
Sí, es una de las neoplasias más frecuentes en los niños. La leucemia linfoblastica agud a representa el 75 al 80% de todas las leucemias infantiles. Las leucemias crónicas son muy raras en la infancia alcanzan un 2% en niños. De estas, la más frecuente, aunque es raro, es la leucemia mieloide crónica.
¿Hay alguna razón para que la leucemia sea más común en la infancia?
La leucemia más frecuente en los niños, como he mencionado, es la leucemia linfoblástica aguda , se habla de que hay mayor susceptibilidad en la infancia para desarrollar esta enfermedad porque hay un estímulo, más o menos entre los cinco primeros años de vida, a que aumenten los glóbulos blancos. En esa época estamos sujetos a variaciones genéticas, y por lo tanto, hay una tendencia a la replicación de los linfocitos.
¿La leucemia tiene un alto porcentaje de curación en la infancia?
Sí, la leucemia linfoblástica aguda infantil es una de las neoplasias que más se cura. En las tasas norteamericanas y alemanas llega hasta un 99% de sanación. Sin embargo, todo está sujeto a valores pronóstico, por esto son importantes los estudios genéticos, sobre todo en niños, que sufren de este tipo de leucemia. Los valores pronostico permiten saber cómo va ir el tratamiento, el contaje total de glóbulos blancos, la respuesta al primer mes de tratamiento, el porcentaje de curación. Son indicadores de cómo va a ir el proceso de cada niño.
¿Las alteraciones genéticas son un factor de riesgo para padecer leucemia en la infancia?
Sí, entre los factores de riesgo están los genéticos. Por ejemplo los niños que nacen con Síndrome de Down tienen mayor predisposición a padecer leucemia linfoblástica aguda. Ellos ya tiene una alteración genética, y por eso hay mayor propensión a que existan otras variaciones y se produzca una leucemia. También existen otras, como la Anemia de Fanconí o la Ataxia – telangiectasia, que son enfermedades con las que nacen los niños que los predisponen a sufrir leucemias.
¿Es hereditaria la leucemia infantil?
No, no es hereditaria. Sin embargo, hay estudios que dicen que algunos niños con leucemia que tienen familiares con alteraciones hematológicas, no necesariamente leucemia, tienen una incidencia de 2 a 4 veces a padecer la enfermedad. Esto es más frecuente en familiares de primero y segundo grado de relación. Sin embargo, esto no quiere decir que inevitablemente una madre con leucemia tendrá un hijo con esta enfermedad, no es una regla.
¿Los malos embarazos son un factor de riesgo para que el niño padezca leucemia como: el alcoholismo, tabaquismo o descuidos en la salud?
Sobre todo se relaciona con el alcoholismo, con el uso de sustancias psicotrópicas, hay estudios que indican que existe mayor tendencia a que los hijos de madres que han usado estas sustancias padezcan leucemia. Así también, niños de madres que han estado expuestas a quimioterapia o a radiación.
¿Cómo se puede saber si el niño tiene leucemia?
Lo básico es hacer un examen de sangre, una biometría hemática muestra la existencia de células anormales o blastos. Después, se realizan los estudios de médula ósea. Se hace una punción lumbar, a los niños se les pincha en la cadera o en la tibia para que no les duela y se extrae sangre. Los estudios se llaman medulograma, citometría de flujo y estudios genéticos, que nos dan el tipo de leucemia y el pronóstico. Cuando es linfoblástica aguda se hace el estudio del líquido cefalorraquídeo para saber si lo está tomando, si esto sucede, se trata de una leucemia aguda que afecta al sistema nervioso central.
¿Cómo se trata la leucemia en niños?
Se trata con quimioterapia. Esta se divide en la fase de inducción, en la que se trata de limpiar todas las células malignas. Después viene la etapa de consolidación, cuando ya está limpia la sangre, a veces, no se ven los remanentes ni siquiera microscópicamente, por eso se consolida el tratamiento. En este tipo de leucemia, así como en las mieloides agudas , también se da protección al sistema nervioso central. De este modo, a más de la quimioterapia, se administra medicación directa al líquido cefalorraquídeo. Cuando se trata una leucemia linfoblástica aguda, preventivamente, se administra quimioterapia intratecal . Sin embargo, cuando las células malignas involucran el líquido cefalorraquídeo, es decir, el sistema nervioso central, se da este tipo de quimioterapia de dos a tres veces por semana. Para no pinchar las venas con tanta recurrencia, se utiliza un implante, un aparato que va directo a la vena cava superior.
Hay diferentes protocolos de tratamiento, pero la mayoría tienen medicamentos similares, que ayudan a destruir el agente maligno. Cuando hay factores genéticos de mal pronóstico, a penas el niño entra en remisión, se consolida el tratamiento. En ocasiones, se induce a la remisión con un trasplante de médula ósea. La radioterapia casi no se utiliza en niños. En menores de 2 años, no se puede administrar. La terapia dirigida tampoco, aunque sí se utiliza en adolescentes y adultos menores, entre 18 y 19 años. La terapia biológica no se utiliza en niños. Está en estudios.
¿El tratamiento de trasplante de progenitores hematopoyéticos o células madre se realiza en niños?
Sí, el trasplante de progenitores hematopoyéticos o células madre, se puede tomar de la médula ósea, de sangre periférica del donante, y de sangre del cordón umbilical. En los niños, este último, es uno de los métodos que más se utiliza. La sangre que se saca del cordón umbilical, se crio-preserva. Sin embargo, se debe hacer estudios de compatibilidad. Una vez que el niño ha recibido quimioterapia intensa está listo para recibir el trasplante. Por otra parte, cuando se sustraen células de un donante es mejor que este, sea emparentado con el paciente, es aún mejor si se trata de un hermano compatible, ya que existe el riesgo de la enfermedad de injerto contra huésped. Puede haber un rechazo al trasplante, con manifestaciones graves, la mortalidad ligada al trasplante es casi de un 30%. En otros países, como México y Chile, existen bancos de sangre de cordón umbilical. En Ecuador, se importa la sangre de cordón.
¿Siempre es necesario hacer un trasplante?
Hay casos en que es mandatorio, por ejemplo, cuando hay criterios de mal pronóstico, como los que mencioné antes, o cuando no hay respuesta al tratamiento. Actualmente, también se hace un estudio de enfermedad mínima residual, que muestra si existe un porcentaje de riesgo para que la enfermedad regrese, cuando eso sucede, en algunos casos se prepara al paciente para el trasplante.
¿Cuáles son los efectos secundarios del tratamiento en los niños?
Por lo general, la baja de glóbulos blancos que se destruyen durante la quimioterapia, son buenos y malos. Es por esto que se afecta el sistema inmunitario, se requiere de tiempo para que se restablezca y existe una mayor tendencia a tener infecciones. También se afectan las plaquetas y glóbulos rojos , lo que produce anemia. Otros efectos son: la caída del cabello en la quimioterapia, los problemas gastrointestinales e igualmente pueden sufrir de complicaciones cardíacas a largo plazo, y problemas hormonales en la adultez.
Las leucemias siempre requieren transfusiones, para soportar los procedimientos médicos, los niños requieren menos que los adultos, pues soportan más el tratamiento.
¿Cuáles son los síntomas de la leucemia en los niños?
Es importante tomar en cuenta los síntomas de la leucemia linfoblástica aguda, muchas veces los niños llegan cuando ya tienen una leucemia avanzada. Lastimosamente, es frecuente, que muchos niños estén en manos de médicos generales y que se les trate, por largo tiempo, leucemia como si fuera otra enfermedad. La anemia es un signo importante de leucemia, las infecciones que no se curan, los sangrados. Es común que se traten leucemias como si fueran anemias. En la leucemia linfoblástica aguda tipo T, los niños tienen masas tumorales en el pecho. Ahí los niños presentan tos y fiebre, a más de los otros síntomas.
¿Se puede confundir la anemia infantil con leucemia?
En nuestro medio la anemia es una enfermedad común debido a la desnutrición, entonces muchas veces, las personas piensan que se trata de esto y dejan que sus hijos se traten con medicamentos comunes. Por esto es importante prestar atención cuando a más de la anemia, hay fiebres, sangrados, la presencia de moretones en el cuerpo, son indicadores de que algo no funciona adecuadamente y que puede ser leucemia. Ahí, se debe acudir inmediatamente al especialista.
¿Cuál es la época más frecuente de la infancia para que se desarrolle la leucemia?
Más o menos desde los dos hasta los seis años de edad, el pico más alto es a los cuatro años. En esta etapa, los linfocitos se encuentran en plena división. Por ello, existe la tendencia a que haya una desregularización de la información genética. Todas las personas, adultos y niños, tenemos la tendencia a padecer enfermedades malignas, pero el propio organismo se encarga de refaccionar los genes alterados. En esta edad de los niños, y a veces también durante la adolescencia, el organismo no avanza a refaccionarlos y se puede producir la enfermedad.
Fuente:
Dra. María Elena Buenaño
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