La rubéola es una infección del tipo vírica muy contagiosa pero que sin embargo presenta unos síntomas bastante leves, a continuación te detallo todos y cada uno de los síntomas que puedes sentir con la rubéola.
Los síntomas de la rubéola se pueden distinguir en dos distintas fases las cuáles ocurren después de una primera fase de incubación sin síntomas que suele durar entre dos y tres semanas. Una vez transcurrido este tiempo, los distintos síntomas de la rubéola comenzarán a notarse.
En la primera de estas fases, conocida como fase prodrómica, los síntomas que podemos sentir a causa de la rubéola son los siguientes: fiebre, malestar general, pérdida de apetito y catarro de las vías respiratorias de intensidad leve. Estos síntomas pueden durar entre uno y dos días, los adultos con rubéola son mas propensos a pasar por la fase prodrómica, no así los niños que por lo general pasan directamente a sufrir los síntomas de la siguiente fase.
La segunda fase se conoce como exantemática, donde los principales síntomas son la fiebre y el exantema, de ahí el nombre que recibe esta fase. El exantema es una erupción cutánea (esa especia de manchas tan feas que deja la rubéola) que aparece por todo el cuerpo, principalmente en el pecho y en la cara, incluso por detrás de las orejas. Estas manchas empiezan a aparecer poco a poco y se extienden por todo el cuerpo de forma rápida. Además de esto, también aumenta el tamaño de los ganglios linfáticos.
Además de estos síntomas, en mujeres se ha observado que es bastante común que aparezca artritis, afectando sobre todo a la parte de las manos y de las rodillas y pudiendo causar alguna hemorragia en estas zonas debido a las alteraciones que se producen a nivel sanguíneo. Por ende, es muy común sentir dolor en algunas articulaciones del cuerpo.
Las mujeres que mas afectadas se ven por la rubéola son aquellas que están embarazadas, ya que el virus se vuelve bastante peligroso durante las primeras diez semanas de embarazo, haciendo que la mujer tenga que abortar o de a luz a un bebé muerto o con algún tipo de defecto congénito.
Por último, algunos síntomas muy poco frecuentes que se han visto en adultos son la encefalitis así como una hepatitis leve, estos síntomas aparecen no muy frecuentemente después de padecer de rubéola, pero por lo general no son síntomas muy comunes en aquellos que la han padecido.