La neumonía o pulmonía es una enfermedad que puede representar un gran peligro para la persona, tratándose de la hinchazón de nuestros pulmones a causa de infecciones causadas por gérmenes, hongos u otros factores.
La aparición de un cuadro de neumonía puede representar un gran peligro dependiendo la edad de la persona, por lo cual debe ser detectada y tratada a tiempo en pacientes ancianos. Se trata de una enfermedad que causa miles de muertes al año y en todas las regiones del mundo, por lo cual debe tratarse con cuidado, acudiendo a nuestro médico ante cualquier síntoma.
Los síntomas de la neumonía más comunes a la hora de hablar de cuadros de pulmonía o neumonía pueden ser recurrentes molestias en el pecho al momento de respirar, situación muchas veces acompañada de un cuadro febril elevado. Este cuadro de temperatura puede prolongarse durante más de 48 horas dependiendo el grado de la infección en nuestros pulmones.
Por otra parte, la persona afectada de neumonía también puede padecer de una tos crónica y la expulsión de flema amarillenta. Por este motivo puede verse confundida esta enfermedad con simples catarros, hecho que deberá ser revisado con cuidado.
Otros síntomas recurrentes al momento de referirnos a la pulmonía pueden estar relacionados con el aumento en la frecuencia respiratoria del paciente, frecuencia que puede variar de acuerdo a la edad del mismo. A su vez, puede detectarse un claro descenso en la temperatura de la piel de la persona afectada.
Al momento de prevenir la neumonía deberemos como primera medida dilucidar el factor causante de la enfermedad. El uso de antibióticos es una de las prácticas más comunes ante estos cuadros, o bien la aplicación de ciertos antivirales más específicos.
Otras actividades a realizar para curar la neumonía pueden ser por ejemplo una hidratación correcta, reduciendo la ingesta de líquidos como gaseosas o similares. A su vez, la realización de actividades físicas un tanto tranquilas, ayudarán a nuestro cuerpo a expulsar estos organismos malignos.
El período de tiempo necesario en recuperarse de una neumonía puede variar entre 2 o 3 semanas de acuerdo a la edad de la persona, la causa de la infección y el tratamiento que se haya brindado. Dependerá en gran parte del cuidado y ánimo del paciente, debiendo seguir un estricto régimen de dieta saludable, así como también una hidratación correcta y la realización de ejercicios físicos a nivel básico.